Completa los huecos en blanco con el verbo en imperativo. ¡Cuidado! Algunas oraciones son negativas 😉.
1. (APUNTAR) en un papel cuáles son tus metas.
Tienes que pensar por qué quieres hacer ejercicio. Deben ser objetivos concretos: perder un par de kilos, regalarte un rato para desconectar, etc. Escribe esos objetivos en un papel y no lo (GUARDAR); es bueno leerlos a menudo.
2. (SER) realista al valorar tu capacidad.
No (PENSAR) en retos muy difíciles de conseguir a corto plazo: el sobreesfuerzo constante es una de las principales razones para abandonar.
3. (PENSAR) en una actividad nueva para cada día.
Si tu problema es que te aburres, (BUSCAR) una rutina de entrenamiento variada. Por ejemplo, un día puedes hacer una tabla de ejercicios en casa, otro día puedes ir a patinar y otro día podrías correr por el parque.
4. No (IMPROVISAR): el deporte necesita un hueco en tu agenda.
¿Tienes poco tiempo? (PROGRAMAR) cuándo puedes dedicar un rato a entrenarte: lo ideal es hacerlo tres días a la semana. Otra opción es aprovechar tus desplazamientos para ir en bici o caminar a paso rápido.
5. (ESCOGER) bien tu actividad.
No (HACER) lo que les gusta a tus amigos o lo que está de moda (hay gente a la que le apasiona correr pero a ti puede no agradarte). Una de las claves para no abandonar es que la actividad te motive, por eso es tan importante que se adapte a tus gustos. Por ejemplo, si te agobian los espacios cerrados no (IR) al gimnasio; mejor practica deportes al aire libre.
6. Si no sabes cómo seguir… (PEDIR) ayuda.
¿Lo has intentado mil veces pero no consigues que el deporte forme parte de tu día a día? Si es así, tal vez te sería muy útil la ayuda de un entrenador personal. Podréis elaborar un plan totalmente adaptado a tu tiempo, gustos y preferencias. Puedes probarlo durante unos meses, lo importante es empezar...¡tú puedes!